miércoles, 14 de junio de 2017

TRAVESERA 2017

Contento y satisfecho, esas son las palabras que encuentro para definir mi primera “Travesera”. Está claro que siempre aspiro al máximo, y venía con esa intención. Pero lo di todo desde el principio al fin y el tiempo que tenía previsto sobre el papel,  más o menos salió.

Posiblemente es la carrera más dura pero a la vez bella, que he corrido nunca. El nivel era altísimo al ser Campeonato de España FEDME, y además se unió a última hora algún corredor de nombre internacional.

Los días previos son tranquilos, intento distraerme con la familia y mis compañeros de selección en un pequeño y tranquilo hotel a las afueras de Cabrales. En el día previo me dedico a repasar la estrategia; como material, avituallamientos, meteorología, etc. Pero a pocas horas de la salida, la organización decide modificar varias cosas con respecto a la regulación prevista de carrera. Por un lado, no permite la ayuda externa ni siquiera en las zonas de avituallamiento, es decir «tu te las guisas y tú te las comes» esto crea cierta polémica y revuelo entre todos los participantes y seleccionadores. Por un lado muchos corredores vienen con un planing previo de sus tomas de alimentación (yo entre otros) y por otro los seleccionadores y equipos técnicos que han hecho un gran esfuerzo tanto material, logístico y económico para poder estar aquí ayudando a sus corredores y ahora no lo van a poder hacer.
Por el contrario, otra de las cosas que se modifico (y esto es de agradecer),  es que debido a la ausencia de nieve en zonas altas y más peligrosas se decide no llevar crampones como material obligatorio, puesto que el tiempo acompañaba y no era peligroso. 

Bien, se acerca la hora de la salida (2:00h pm) e intento relajarme, ya que dormir me es imposible, pero por lo menos descanso tumbado.

A la una de la mañana y junto con toda la selección de Castilla y León nos vamos hacia el Repelao, punto de salida. De camino en la furgoneta hay risas y buen rollo que nos sirve para evadirnos y liberar tensión.

La temperatura es buenísima, yo que soy algo friolero estoy en camiseta de manga corta y sin pizca de frio, unos 16 grados, perfecto para correr. Rubén Nembra el spiquer, (un crack pero de los grandes) nos anima y tras la cuenta atrás salimos en masa 300 valientes carretera arriba dirección Covadonga. La salida es rapidísima, y tras dos km por asfalto nos desviamos por un camino estrecho de fila de a uno, algo embarrado y siempre picando para arriba hasta el primer avituallamiento en Vega de Enol.  En este primer tramo de 10km, intento no cebarme y no pasarme de vueltas, siempre intentando no perder de vista la cabeza, llego a un grupo donde esta Nestar, Cucayo, el Americano Dakota Jones y Javi Domínguez. Pregunto que quien va por delante ya que es noche cerrada y no veo nada. Y me dicen. “Esto que ves es la cabeza...” ostia!! –Pienso-  (la noche me confunde...) Pues nada me pongo detrás y  hacer camino. (Voy cómodo aquí)





















En Vega de Enol, Iván Cucayo que se lo conoce al dedillo, me dice que vamos muy rápido. Por debajo del tiempo de Merillas el año del record. ¿Eso es bueno o malo? -Pregunto- (Cada uno lo interpretara a su manera)

Seguimos subiendo y la primera subida de 2000m+ va haciendo mella, sin verlo ni quererlo me pongo tercero, es una subida larga hasta el Collado la Fragua donde se puede apreciar una hilera de luces que me muestra  la magnitud y espectacularidad de la larga y pendiente subida. Sigo avanzando y doy caza a Nestar que ni iba muy fino en ese momento. Ya coronando y detrás de Dakota Jones, (que va distanciado), comienza una bajada larga por la canal de Mesones, la conozco y decido reservar algo de piernas, llego a Caín bastante bien, sobre el cuarto puesto o así, y con el tiempo previsto (3h50’) y tras llenar los botes, y recibir los ánimos del pueblo de Caín, Quico mi seleccionador y mejor amigo, me da unas referencias valiosas y sobre todo me transmite serenidad y cabeza. Como algo y comienzo una larga y dura subida a Dobresengos, canal que también conozco bien. Comienza a amanecer, y ya se puede apreciar la grandeza de picos, apago el frontal (esto no me lo quiero perder) y subo a mi ritmo sin prisa ni pausa, pero en la parte alta de la canal ya casi en los Jous me enganchan, un grupo de 4 corredores, Javi, Domínguez, Tito, Sebas, Manu Anguita y David. Por delante nos dan referencias de Iván a unos 8' y de Dakota que va también tocado. Me uno a este grupo y cogemos a Dakota. Tras pasar por varios collados y llegar a una de las zonas para mi, mas bonita de carrera; La Horcada de Caín. Javi y sebas, se les ve muy fuertes en busca de Iván y no hago intención de seguirles. Falta mucho (pienso). Llegamos todos  muy juntos y a pocos minutos al tercer punto de avituallamiento;  El Refugio de Urriellu.  Allí esta Toño también mi seleccionador y amigo, que me anima y me dice que voy muy bien. Jajaja... (Bien de cojones) -Pienso-
 

Sigo centrado y a mi ritmo (voy cumpliendo los tiempos). Tras una zona técnica, por collados y roca viva, pasamos algún nevero y llegamos a Collada Bonita... ufff.  Qué Bonita es… pero dura y empinada también.  Aquí cojo aire y tras un descenso, primero bastante técnico con cuerdas y des trepes, sucede una larga bajada hasta Vega de Sotres, que se me hace muy muy larga y así llego al cuarto avituallamiento algo cascado de piernas y no con muy buenas sensaciones. Estoy pasando mal momento, pero me concentro he intento mantenerme sereno. Km 48 y los árbitros me hacen control de material, pero mientras aprovecho para comer y rellenar los botes. Además de beber bastante coca cola, que me hace que me cueste arrancar después de esos minutos perdidos. Quico como siempre, con su mano en mi espalda me anima, me dice que piense en los de delante, que los voy a pillar... y yo pues me lo creo y me pongo a subir la canal de Hidiellu como alma que lleva el diablo... ufff... ésta se me hace eterna, infinita, demoledora... pero pasito a pasito voy haciendo mi particular Everest. Eso sí con un calor que me hace beberme el litro de agua en menos de 20'. Menos mal que a mitad de canal apareció un paisano que me salvo la vida (para mí se merece el premio príncipe de Asturias)  ya que subió el solo a hombros y a mitad de canal un montón de agua fresca, Coca-Colas, chocolate y demás alimentos, que me salvo de la pájara... pero sobre todo lo que me salvó fue su amabilidad, su ayuda de forma incondicional, su pasión por este deporte y por la montaña y me dio alas para llegar al collado Valdominguero. Donde aquí ya llegue con 25' de más de mis tiempos establecidos... 
 
Pero bueno seguía concentrado y mi cabeza empujaba más que mis piernas. Por detrás no veo a nadie y delante tengo a Sebas a la vista pero lejos... me duele el flato y voy tocado pero no hundido. No quiero dejar de correr, aquí he venido a darlo todo y poco a poco voy corriendo más y más rápido. Una pista larga y siempre hacia abajo, me lleva hasta el último control y avituallamiento, El Hitu km 58. Y es aquí cuando me cambia todo el cuerpo !Estoy Nuevo!!! Como puede ser?? -Me pregunto- pues no lo sé, pero bebo agua,
 lleno botes y de cabeza hasta el final. Aquí en este punto me animan amigos que han venido de Segovia, Ricar. Mil gracias tío!! Y me dan referencias, Sebas esta a 8' y David a 15'. Pues nada, a bajar con todo y a ver que sale. Tras pasar por los últimos repechos con mucho calor, casi todos corriendo por Portudera y un tramo de calzada muy técnica que baja hasta Cabrales, me siguen dando referencias y voy recortando muchísimo. En la calzada, ni me lo pienso y me vengo arriba, voy lanzado. Para mí no es una calzada Romana, es una Autopista sin límite de Velocidad. Veo a Sebas y le pido paso. Sigo sin aflojar, y bajo al pueblo, tramo de asfalto y al fondo veo a David. Pues nada, si me queda algo este es el momento de dejarlo todo. Empujar, empujar.. Y así a 100m de la meta lo pillo y entro junto con él y mi pequeño Oihan, que como siempre me espera en meta. Termino exhausto en quinta posición y con 12 horas.
REVENTADO, pero feliz y eufórico de poder terminar con tanta energía una carrera tan dura y exigente...

Después y para continuar con el Ultra,  me llaman para el control antidoping, ¿parece lo más fácil después de 12h corriendo, no? Pues no, otras 5 horas sin poder moverme hasta que salió la gotita...

Ha sido un finde fabuloso, he sufrido como nunca, pero esta Travesera es una de estas que te dejan marcado...


A descansar unos días y pronto volveremos a la carga....

FOTOS: Manuel. S. Calvo, Luis Lastra

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